Ana Rosario Contreras: una enfermera en pie de lucha por el gremio de la salud

Contreras ha sido reconocida internacionalmente por su trabajo visibilizando la compleja situación en la que se encuentra el sector médico venezolano

Ana Rosario Contreras nació el 14 de diciembre de 1963 en San Fernando de Apure, (Apure). Con tan solo cinco años de edad Contreras se trasladó junto a sus seis hermanos y sus padres, una ama de casa y un funcionario de la entonces Guardia Nacional (GN), a la ciudad de Rubio (Táchira) en busca de mejores oportunidades.

Fue precisamente en ese estado donde dio sus primeros pasos en la profesión que luego marcaría su vida, la Enfermería, al egresar de la Escuela Técnica Gervasio Rubio en 1982 con un grado medio en enfermería.

Debido a su interés por continuar su formación académica, viajó a Caracas para estudiar una licenciatura en Enfermería en la Universidad Central de Venezuela (UCV). Simultáneamente compaginó su trabajo en dos de los centros públicos de salud más reconocidos de la capital, el Hospital Vargas y el Hospital General Dr. José Ignacio Baldó (El Algodonal).

Sus ganas de seguir aprendiendo la llevaron a regresar a la UCV, esta vez para cursar la carrera de Derecho, otra de sus grandes pasiones.

Como parte de su proceso formativo también cursó distintos diplomados y especializaciones en gerencia de los servicios de salud, docencia universitaria y derecho administrativo.

Lucha gremial

Durante el transcurso del año 2021 el nombre de Ana Rosario Contreras ha cobrado relevancia en toda Venezuela gracias al trabajo que ha realizado al frente de la presidencia del Colegio de Enfermería del Distrito Capital.

Contreras se ha posicionado como un referente en el gremio de la salud luego de que en el mes de junio de este año hiciese un llamado a paro de actividades para exigir reivindicaciones para sus agremiados. Esto cobró una mayor relevancia luego de que su llamado fuese acatado localmente y luego se extendiera al resto del país, e incluso a otros gremios como el de bioanalistas y el de los médicos, quienes planteaban exigencias similares.

Esto permitió que meses más tarde se produjese un aumento del salario que perciben los trabajadores de la salud, que si bien no cumplió con las expectativas, supuso un cierto alivio financiero.

Es precisamente producto del reconocimiento que ha conquistado esta enfermera por trabajar en beneficio de su gremio que ha sido acreedora a diversos premios internacionales.

Uno de los más recientes fue el Premio Internacional Mujeres de Coraje, otorgado por el gobierno de Estados Unidos a mujeres que han demostrado un valor y liderazgo excepcionales en la defensa de la paz, la justicia, los derechos humanos, la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.

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