José Rafael Guzmán, el humor como catarsis de malas experiencias personales y colectivas
El comediante y documentalista venezolano José Rafael Guzmán acumula un importante número de seguidores en redes sociales que están conectados con su estilo y esa capacidad innata de reírse de cualquier situación por más traumática que esta pueda haber sido.
Una de esas experiencias que no le generó carcajadas fue la cárcel. Pese a ello, convirtió la vivencia en su propio podcast La cárcel no da risa.
Guzmán estuvo preso dos meses y medio en el año 2019, en el estado de Texas, Estados Unidos, por posesión de cannabis recreativo.
La situación comenzó cuando durante un viaje pasó por una granja de cultivo en California, donde es legal, pero cuando estaba de regreso en la frontera entre EE UU y México, fue detenido al encontrarle algunos souvenirs de dicho centro.
A través de su trabajo que describe como docu-humor pasea a sus seguidores por la forma como esa experiencia lo transformó y al final lo convirtió en otra persona. El relato está cargado de incertidumbre y miedo por enfrentarse a la justicia de un país que no era el de él.
Su faceta de documentalista
En giro hacia un lado mucho más serio, Guzmán también es conocido y reconocido por documentar en Youtube -y más tarde en la pantalla de la National Geographic- la travesía de los migrantes de Venezuela.
Ahí dejó en evidencia las historias de quienes deciden huir, caminando, de la crisis política, social y económica que vive el país gobernado por el régimen Nicolás Maduro.
Con su docuserie Caminantes Guzmán aseguró en una entrevista que quiso dejar un documento audiovisual de la mayor crisis migratoria por la que ha pasado Venezuela en toda su historia.
Sin robar a nadie
Fue en un centro de reclusión en Texas donde el comediante terminó de escribir su stand up Sin robar a nadie, que luego le traería muchas satisfacciones y con el que se ha presentado en diversos escenarios.
A través de su presentación habla de su experiencia en la cárcel y reflexiona nuevamente con el humor como aliado sobre la infidelidad y las rupturas amorosas.
Aprovecha la apuesta para abordar temas complejos como la pedofilia, las violaciones, la espiritualidad y hasta habla de Dios con el humor que le caracteriza.