Proyecto Lata de Agua: la meta de potabilizar el agua de lluvia para surtir los colegios en Petare

Hasta ahora dos escuelas y un ambulatorio se benefician de esta iniciativa escogida en la convocatoria de Proyectos Innovadores de la Sociedad Civil y Coaliciones de Actores (PISCCA), organizada por la Embajada de Francia en Venezuela

Es una iniciativa de los arquitectos venezolanos Ana Babic y Laurencio Sánchez, quienes a través de la empresa Arqbiental, y en alianza con la fundación Rayo de Luz, desarrollaron un proyecto de abastecimiento de agua seguro para colegios de Petare, en el estado Miranda. 

El Proyecto Lata de Agua lleva ese nombre como referencia a la expresión coloquial que usan los venezolanos cuando caen fuertes lluvias. También es un símil al sonido que hace el agua de las precipitaciones al caer en los techos construidos con láminas de zinc. 

Lata de agua comenzó a materializarse luego de que fuera elegida en la convocatoria de  Proyectos Innovadores de la Sociedad Civil y Coaliciones de Actores (PISCCA), organizada por la Embajada de Francia en Venezuela en el año 2020. El proyecto de los arquitectos superó a más de 300 propuestas presentadas. 

La iniciativa se implementó en el sector Barrio Nuevo, ubicado en Petare, y beneficia hasta ahora a dos escuelas y a un ambulatorio. Esto se traduce en 450 niños de las unidades educativas y 1.200 personas que son atendidas en el centro de salud.

Agua limpia para Petare

El sistema, diseñado por los arquitectos, consiste en recolectar el agua que cae en los techos, luego pasarla por varios filtros de piedra que recogen hojas y sedimentos. Posteriormente pasa a unos canales que llevan el agua hasta un filtro de primeras aguas, que son unos tanques que se utilizan para limpiar la superficie del tejado.

Luego se llenan los depósitos de almacenaje y se pasan por otros filtros de sedimentos y purificación, y vuelve a pasar a través de una bomba, para que el agua llegue nuevamente a unos pequeños tanques de distribución instalados en el techo.

Parte del proyecto incluyó la instalación de un tubo con pequeños orificios y un lavamanos hecho con plásticos reciclados para que los niños puedan lavarse las manos antes de entrar a clases. Una medida necesaria para evitar los contagios por covid-19 en las aulas. 

Los arquitectos dijeron, en una entrevista para EFE, que estiman recolectar 270.00 litros de agua al año. Este cálculo lo hicieron en función de la cantidad de precipitaciones en el lugar y los días de lluvia en el área. 

Para desarrollar la iniciativa, también fue necesario enfocarse en la educación y capacitación en materia de recolección de agua y sensibilización sobre la posible falta de este recurso en el futuro. 

Las instituciones beneficiadas en la primera etapa de este proyecto son los colegios Fermín Toro y Pedro Felipe Camenjo y el Ambulatorio Las Casitas, todos ubicados en Barrio Nuevo. En el proceso desarrollaron alianza con el consejo comunal y autoridades de salud del estado Miranda. 

El lavamanos escolar, que usan las tres instituciones, y el mural que lo acompaña fue un diseño de la arquitecta Marianna Massaroni de Urbanismo Participativo. El espacio lo pintaron gracias a la donación de  Pinturas Venex.

Aunque la financiación se logró con el apoyo de PISCCA. El trabajo obrero y de pintura lo realizaron representantes de la comunidad que se unieron al proyecto.

Su ardua labor les valió una invitación para conversar sobre el Proyecto Lata de Agua en el Seminario Virtual: Infraestructura Azul, organizado por Reframing Green Spaces el 24 de noviembre de 2021. 

Los arquitectos también han dictado talleres sobre recolección de agua en otras comunidades de Miranda como La Floresta en Chacao y La Palomera en Baruta.

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